En una apasionante jornada de competición en el hipodromo la rinconada, el LXIV Clásico José María Vargas coronó a "El De Froix" como el campeón indiscutible, bajo la hábil monta del experimentado jinete Francisco Quevedo y el meticuloso entrenamiento dirigido por Riccardo D'Angelo. 



 Desde el momento en que retumbó el disparo inicial, todas las miradas se dirigieron hacia la pista, donde seis destacados caballos competían por la victoria en esta prestigiosa carrera. Aunque los favoritismos iniciales variaban entre los contendientes, "El De Froix" dejó patente su potencial desde el principio.

 Los jinetes desplegaron sus estrategias tácticas con maestría, y mientras "Padel" tomaba la delantera en los primeros tramos, "El Gran Eladio" emergía como un rival a tener en cuenta en el segundo puesto. Sin embargo, "El De Froix" no se dejaba intimidar y se mantenía firme en la contienda, consolidando su posición en tercer lugar y preparándose para sorprender. 

 La carrera progresaba a un ritmo bastante comodo, con "Padel" liderando el grupo y marcando el paso en los tramos iniciales. Sin embargo, a medida que se aproximaban a la recta final, "El De Froix" comenzaba a ejercer presión desde el centro, desafiando a los líderes con determinación y vigor.

 El momento decisivo llegó en la recta final, donde "El Gran Eladio" intentaba superar a "El De Froix" por el exterior, pero el noble corcel demostró su valentía y resistencia, acelerando con un impulso arrollador. Con un sprint final magistral, "El De Froix" cruzó la línea de meta en primer lugar, asegurando una victoria memorable en el LXIV Clásico José María Vargas. 

 El segundo puesto fue para "El Gran Eladio", que ofreció una actuación formidable, mientras que "Padel" se conformó con el tercer lugar, seguido por "Rod Hendrick" en el cuarto. "Templario" y "Masttery" completaron la clasificación en quinto y sexto lugar, respectivamente.

 Esta victoria no solo consolida el estatus de "El De Froix" como un destacado talento en en la cuenca del caribe , sino que también confirma su dominio en las pistas, añadiendo un nuevo episodio de gloria a su historial. El joven Quevedo, con su destreza en la silla, demostró ser un aliado invaluable en esta hazaña..