My Own Business, ese caballo que nos hizo vibrar de emoción y sentir el viento de la victoria en La Rinconada, dejó huella como ninguno. Vamos a revivir cinco de sus victorias más legendarias, donde ningún otro ha podido igualarlo.
1. Clásico Internacional Simón Bolívar 2000
¡Qué carrerón! Era el año 2000, y My Own Business no solo corrió; voló. Desde el inicio, se colocó entre los primeros, pero fue en la recta final donde nos dejó a todos boquiabiertos. Con un tiempo de 1:37 para la milla, se despegó del pelotón como una bala, cruzando la meta con más de cinco cuerpos de ventaja. ¡Una victoria aplastante!
2. Clásico Fuerza Armada 2003
En el 2003, el Clásico Fuerza Armada fue escenario de otra hazaña. My Own Business empezó la carrera un poco rezagado, pero, como el ave fénix, resurgió y tomó el control. Su ventaja era tan grande que parecía estar jugando con sus rivales. Finalmente, ganó con varios cuerpos de diferencia, dejando claro quién mandaba en la pista.
3. Clásico Valencia Invitacional
El Clásico Valencia Invitacional fue un espectáculo. Desde el primer segundo, My Own Business tomó la delantera y no la soltó. La multitud enloquecía mientras se escapaba cada vez más. Cuando llegó a la recta final, estaba tan lejos de los demás que parecía correr solo, cruzando la meta bajo una ovación ensordecedora.
4. Clásico Internacional Copa de Oro 2003
En el Clásico Internacional Copa de Oro del 2003, My Own Business nos mostró otra vez de qué estaba hecho. Se enfrentó a competidores duros como Ser Poter y Gran Abuelo, pero los dejó atrás como si fueran tortugas. Su paso firme y veloz le permitió mantener y ampliar su ventaja, ganando con una facilidad asombrosa.
5. Clásico Presidente de la República
Y no podemos olvidar el Clásico Presidente de la República. My Own Business, con su estrategia clara, se adueñó de la punta desde el principio. Los demás intentaron alcanzarlo, pero era como tratar de atrapar el viento. Cruzó la meta primero, reafirmando su lugar como el rey indiscutible de La Rinconada.
My Own Business no solo ganó carreras; nos regaló momentos mágicos, donde cada tranco suyo parecía una danza, y cada victoria, una obra maestra. Estas carreras en La Rinconada son una prueba de su grandeza y del legado que dejó en nuestros corazones. ¡My Own Business, el caballo que corrió hacia la eternidad y se quedó para siempre en nuestra memoria!